lunes, 25 de febrero de 2013

1X12 Ana Lucía


(Ana Lucía antes del incidente)
Valencia, 20 de noviembre del 2012, 08:00

Eran las ocho de la mañana cuando Ana Lucía ya estaba de camino hacia el cuartel del ejército. Cuando llegó, uno de sus compañeros salió y le dijo:
-Ana Lucía, tenemos a tu agresor.

Entonces ella se dirigió hacia la sala donde le había dicho. Era una de esas salas cerradas completamente, con varias pantallas de televisión en las que se reproducía lo que ocurría en la habitación contigua, desde varios puntos de vista diferente.
Desde la habitación en la que se encontraba Ana Lucía se podía ver a través de un cristal la otra habitación. La otra habitación solo tenía una mesa en el centro con una silla y un hombre sentado, esposado; al cual Ana Lucía reconoció en cuanto le vio.
A los pocos minutos entraron a reunirse con ella dos policías de la ciudad y su superior, el capitán Hoyo.
-Hola Ana Lucía- saludó el capitán. -Lo hemos encontrado esta mañana intentando robar a una anciana. Hemos comprobado las huellas y coinciden con las que había en el lugar de tu agresión. Le hemos forzado y lo ha confesado todo. Es tu agresor, ahora solo hace falta que lo identifiques tú- terminó de relatar.

Ana Lucía se quedó durante unos segundos mirándolo, y al final dijo: -No es él.
-¡Ha confesado!- le dijo el capitán un poco enfadado sin saber cuál era la idea que tenía Ana Lucía en la cabeza y que le hacía decir que no era él.
-No lo conozco. -Repitió Ana Lucía.
-¿Nos disculpan un momento?- les dijo el capitán Hoyo a los dos policías que había entrado con él.
-¿Por qué haces esto?- continuó apelando el capitán a Ana Lucía.
-¡Porque no es él!-Repitió otra vez Ana Lucía, y el capitán creyó estar hablando con un loro que solo repetía la misma frase en vez de con una de sus mejores soldado del ejército. Aun así prosiguió e intentó hacerla entrar en razón diciéndole:
-Te metió 4 balas, de punta hueca a través del chaleco. Intentó matarte. ¿Quieres leer el historial, quieres que este tipo vuelva a la calle?
Y como un loro de nuevo, ella dijo:-No es él.- y salió por la puerta por la que unos minutos antes había entrado, dejando al capitán en el interior, con cara de asombro.

Pasó el resto del día por la calle, dando vueltas, sin saber donde ir y pensando en todo. Pensando en el día que todo ocurrió, cuando ella y su compañero recibieron el aviso de atraco en una casa. Pensó en como fueron hasta el lugar, en cuando ella se quedó en la puerta vigilando y su compañero pasó al interior a comprobar. Sobre todo recordó nítidamente como vio a aquel chico acercándose, y como aunque ella creyó que fuese un ladrón, le creyó cuando este le dijo que solo era un estudiante, que le podría sacar su carnet universitario, y fue entonces cuando ocurrió, ella confiada que iba a sacar el carnet, no vio cómo se abalanzaba encima de ella y le pegaba los tiros. Solo notó un dolor muy fuerte y cayó al suelo, creyendo estar muerta hasta que se despertara al día siguiente en la cama del hospital.

Fue entonces cuando se dirigió hacía uno de los peores bares de la ciudad, en uno de los callejones del centro, sabía dónde lo encontraría. Se sentó en la barra y pidió una copa. Desde allí controló a todos los que entraron y salieron; y pudo ver como entraba. Lo reconoció en cuanto lo vio, al igual que lo había hecho esa mañana junto al capitán. Esperó a que se tomase lo que quiso, y sobre las nueve de la noche, cuando el chico salió del bar, ella también salió.

-Hola Samuel- le dijo por detrás de él. Ella se encontraba a unos 20 metros de donde estaba el chico.
Él se giró y le preguntó -¿Me conoces?
A lo que ella le contestó mientras ya se sacaba el arma- Estaba embarazada- y empozó a disparar conforme se acercaba hasta donde estaba él. Disparó y disparó hasta que se quedó sin balas en el cargador y lo único que sintió fue como se iba quedando cada vez más libre, mientras al cargador le quedaban menos balas.

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